Óscar 2026: La Academia impone reglas históricas para votantes y reconoce el arte del casting

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El prestigio de los Premios Óscar está en juego y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha decidido actuar con firmeza. De cara a la edición 98, que se celebrará en marzo de 2026, se anuncian cambios drásticos que buscan devolver la credibilidad al galardón más importante de la industria cinematográfica.

Índice
  1. Nuevas reglas para el voto: ver antes de juzgar
  2. Reconocimiento al casting: un arte finalmente premiado
  3. Inteligencia artificial: parámetros claros y centralidad del aporte humano
  4. Un nuevo rumbo para los Óscar

Nuevas reglas para el voto: ver antes de juzgar

La Academia ha establecido, por primera vez en su historia, la obligación para todos los votantes de ver íntegramente cada una de las películas nominadas en la categoría en la que deseen emitir su voto. Este requisito será monitoreado a través de la plataforma exclusiva Academy Screening Room, que registrará el tiempo de visualización de cada miembro. Si un votante accede a una película fuera de esta plataforma —por ejemplo, en festivales, funciones privadas o eventos especiales— deberá completar un formulario detallando cuándo y dónde la vio.

Esta medida responde a la controversia surgida en temporadas recientes, cuando varios miembros admitieron no haber terminado de ver títulos como “Dune: Parte Dos” o “Emilia Pérez”, inclinándose por la popularidad o el ruido mediático más que por un criterio crítico informado. La nueva regla busca erradicar la costumbre de votar sin conocimiento de causa, promoviendo una evaluación justa y basada en el mérito real de las obras.

La verificación del cumplimiento aún plantea desafíos logísticos, pero la Academia ha dejado claro que el monitoreo digital y la declaración formal serán obligatorios para asegurar la transparencia del proceso.

Reconocimiento al casting: un arte finalmente premiado

Otra de las grandes novedades es la introducción del premio al Logro en el Casting. Por primera vez, la Academia reconocerá el trabajo de los directores de casting y la colaboración creativa entre elencos, cineastas y productores en la conformación de los repartos. Este galardón, ya presente en otras premiaciones como los Screen Actors Guild Awards, responde a una demanda histórica de la industria por visibilizar una labor fundamental en la creación de una película.

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El proceso de selección para este nuevo Óscar será riguroso: la sección de directores de casting revisará las películas elegibles y preseleccionará hasta diez títulos, evaluando el nivel de creatividad y colaboración demostrado durante el proceso de casting. Posteriormente, los miembros de la sección serán invitados a una presentación de los logros de los preseleccionados, que incluirá sesiones de preguntas y respuestas con los candidatos.

Este reconocimiento no solo dignifica una especialidad clave en la producción cinematográfica, sino que también incentiva la búsqueda de elencos diversos y cohesionados, capaces de elevar la calidad artística de cualquier proyecto.

Inteligencia artificial: parámetros claros y centralidad del aporte humano

La irrupción de la inteligencia artificial en el cine ha generado debates intensos en la industria. Ante la polémica por el uso de IA en películas recientes —como “The Brutalist”, que empleó tecnología para replicar acentos y crear escenarios digitales—, la Academia ha fijado una postura clara: el uso de IA no será un factor que favorezca ni perjudique la elegibilidad de una obra para los Óscar.

Las nuevas directrices establecen que lo determinante será el grado de intervención humana en la autoría creativa. Es decir, aunque la tecnología pueda estar presente en la producción, el mérito artístico será evaluado en función de cuán central fue el aporte humano en la concepción, desarrollo y ejecución de la película. Cada rama de la Academia valorará este aspecto según la categoría correspondiente, garantizando que el talento y la creatividad sigan siendo el corazón del reconocimiento.

Esta decisión busca equilibrar la innovación tecnológica con la preservación del arte y la visión personal que caracterizan al cine, evitando que la automatización desplace el criterio y la sensibilidad humana.

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Un nuevo rumbo para los Óscar

Con estas reformas, la Academia responde a las críticas sobre la falta de rigor y transparencia en la votación, la invisibilización de oficios clave y el impacto de la tecnología en la creación artística. El objetivo es claro: restaurar la confianza en los Óscar y asegurar que el reconocimiento recaiga en quienes realmente lo merecen, tras una evaluación informada, justa y humana.

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